Si hace bien poco anunciamos la muerte de Mario Jacoby, es ahora James
Hillman, quien nos ha dejado el pasado 27 de Octubre, quizás haciendo honor al
mundo arquetípico tan amado por él, pues se despide pocos días antes del
Samhain, fiesta celta de fin de las cosechas, año nuevo, y apertura al más allá (en
América del Norte ha evolucionado en Halloween, en América del Sur y Europa
Día de los Muertos / Día de Difuntos, en nuestra cultura catalana Castanyada i Tots
Sants –ya no nombramos a los difuntos, aunque al día siguiente tienen su jornada
propia-).
Le recuerdo hace siete años, en el Congreso de Barcelona, hablando del Azur de
la bóveda celeste de una forma erudita y dinámica a la vez, tan fluido que el
comité moderador de la IAAP le permitió que se extendiera bastante más allá del
tiempo permitido.
No voy a mencionar nada de lo prolijo e importante de su obra, de sobra
conocida, prefiero mostrar el sentido comentario de nuestra colega Concha Pazo:
Me acabo de enterar de la triste noticia del fallecimiento de James Hillman, siento
tristeza, uno piensa que esas personas que no ha conocido pero que han
marcado una línea importante en sus estudios, en la profundización del
conocimiento del alma humana, permanecerán por siempre. Cuando llega este
momento uno piensa en lo fútil que es la vida y en la importancia de vivirla lo más
plenamente posible... Para recordarle he rescatado un fragmento de una
entrevista realizada por Scott London:
ALMA, CARÁCTER Y VOCACIÓN: Una conversación con James Hillman
London: Es difícil perseguir la felicidad. Parece que se acerca a uno
sigilosamente.
Hillman: Ikkyu, el loco monje japonés, tiene un poema:
Tú haces esto, tú haces aquello
Tú dices que a la izquierda, tú dices que a la derecha
Tu bajas, tú subes
Una persona dice que no, tú dices que si
Vas y vuelves
Tu eres feliz
Tu eres feliz de verdad
Lo que nos quiere decir es: ¡Para con todas esas tonterías! Detente
un minuto y te darás cuenta de que ya eres feliz. Creo que es la
búsqueda lo que arruina la felicidad. Si abandonamos la búsqueda,
la felicidad está aquí mismo.
Asimismo, quisiera concluir este IN MEMORIAM con el artículo publicado por el New
York Times, que nuestra colega Carmen Martín ha tenido el detalle de traducir al
castellano, para que sea asequible a todos los que visitáis nuestra web:
Por BENEDICT CAREY
Publicado: 27 de octubre de 2011
Traducción de Carmen Martín Cuadrado
James Hillman Psicoterapeuta carismático y autor de grandes best-sellers cuyas
teorías sobre la psyche ayudaron a revivir el interés por las ideas de Carl Gustav
Jung, animando y agitando el ambiente cultural pop del así denominado
movimiento masculino de los noventa, falleció el jueves en su casa de Thompson
en Connecticut a la edad de 85 años.
La causa de su muerte según su
esposa, se debió a complicaciones
derivadas de un cáncer óseo.
En parte erudito, en parte místico y en
parte artista en las espectaculares y
populares conferencias en el Instituto
C.G. Jung de Zürich, Hillman causó
problemas desde el primer día en el
que fué nombrado Jefe de Estudios de
dicho Instituto en 1959.
Siguió el ejemplo de su mentor
criticando los supuestos básicos de la
psicoterapias estándar incluído el
p s i c o a n á l i s i s f r e u d i a n o , y
argumentando que la mejor
herramienta para comprender la
psique humana se encontraba en los
mitos y la imaginación y no en
conceptos psicológicos ni médicos.
En 1964 su libro “ Suicide and the Soul”
(Suicidio y alma) desafiaba a los
psicoterapeutas a tratar las ideas
acerca de la muerte no como
síntomas que había que curar, sino
más bien como añoranzas filosóficas
que necesitaban ser exploradas y
comprendidas. En un libro posterior “
Reimaginar la psicologia” argumentó que el estrecho enfoque de la psicología en
la patología solo servía para aumentar los sentimientos de ansiedad y depresión.
Afirmaba que ese tipo de sentimientos no estaban enraizados en la forma en la
que uno había sido tratado de niño, ni en ningún desarreglo químico sino más bien
en la cultura, en las interacciones sociales, en la naturaleza humana y su a veces
retorcida imaginación. Para Hillman, los demonios de alguien, eran
(Foto de Bill Ballenger)
verdaderamente demonios, y la mejor opción consistía en entenderlos y
aceptarlos. Intentar erradicarlos - según decía - sólo aumentaba el problema.
Podía aconsejar a un padre que aspiraba a manejar la situación de un hijo
psicológicamente problemático, empezando por “ dejar de intentar cambiarle” .
Cuando regresó a Los Estados Unidos en los años setenta, Hillman adaptó sus ideas
a un modelo que llamó Psicología Arquetípica basada en la imaginación estética.
Resultó irresitible para muchos artistas, poetas, músicos. Actrices como Helen Hunt,
el compositor Meredith Monk, El actor Marl Rylance y el baterista del grupo Doors
John Densmore fueron algunos de sus seguidores, atraídos en parte por la fuerza
de su personalidad a un tiempo lúdico y exigente, generoso y astuto.
Rylance escribió sobre él “ Es la persona más jovial con la que uno pueda sentarse
a charlar, gracias a su defensa marcial y saturnina de la psique en nuestro cosmos
científicamente definido ”.
Al final de los años ochenta, Hillman y dos amigos Robert Bly y el escritor Michael J.
Meade comenzaron a dar conferencias explorando los arquetipos masculinos en
mitos, cuentos y poemas.
Los encuentros tocaron de foma particular la fibra sensible de hombres de
mediana edad – El libro de robert Bly “ Iron John” se convirtió en un best-seller – y al
principio de los años noventa existían miles de grupos, talleres y retiros para
hombres en todo el país, muchos de ellos acompañados de tambores, sudores y
alaridos en la búsqueda de los viejos ancestros.
“No sé qué decir de James”, escribió Bly en un e-mal “ Se podría decir que James
organizó muchas fiestas para los espíritus”.
En 1997 a la edad de setenta años, Hillman mismo se convirtío en un best–seller
cuando “El código del alma” alcanzó las listas del New York Times. Apareció en
“Oprah”-
“Hillman era un seguidor de la tradición – o mejor la no-tradición- de Alan Watts:
psicólogo, pensador y tardío filósofo que recogió conceptos de una diferente y
gran variedad de fuentes, los fundió y los hizo propios, con su particular
idiosincrasia” manifestó Wade E. Pickren, decano de psicología en la Universidad
de Pace en Nueva York y editor de la revista Historia de la Psicología.
“Creo que la psicología necesita y es propensa a personas que como Hillman
pueden pensar fuera de la caja” afirmó el catedrático Pickren. “A menudo seguía
sus propias idiosincrasias, pero a veces sus observaciones nos hicieron pararnos a
todos y reconsiderarlas.”
James Hillman, el tercero de los cuatro hijos de Julian Hillman - un hotelero- y de su
esposa Madeleine, nació el 12 de abril de 1926 en una de las habitaciones del
hotel Breakers propiedad de su padre en Atlantic City. Su madre dirigía un
negocio de accesorios.
Después de la enseñanza secundaria, James acudió durante dos años a la Escuela
del Servicio Diplomático y Consular de la Universidad de Georgetown antes de
formar parte del personal hospitalario de la Marina en 1944. Estudió literatura
inglesa en París en la Sorbona, y se graduó con matrícula de honor en el Trinity
College de Dublín en Ciencia Moral y Mental.
Pero fué cuando se fue a vivir a Zürich y se enroló en el Instituto C.G. Jung en 1953
cuando su imaginación despegó. Después de diez años como director de estudios
allí, viajó de Europa a los Estados Unidos, y viceversa escribiendo, dando
conferencias, editando una revista junguiana y aterrizando finalmente en 1978 en
la Universidad de Dallas convirtiéndose en decano. Entonces colaboró en la
fundación del Instituto Dallas de Cultura y Humanidades.
Escribió más de veinte libros, era un orador muy solicitado que llenaba a menudo
una casa entera impartiendo las conferencias Terry en Yale, otras en Harward y en
Princeton, apareciendo regularmente en Suiza, Italia e India, así como en los
Simposiums del Instituto de Graduados de Pacífica, en Carpintería (California) que
albergaba sus ensayos.
Según Dick Russell - autor de una biografía de dos volúmenes sobre Hillman “Vida e
ideas de James Hillman” que se publicará el próximo año - al comienzo de su
carrera una vez un editor rechazó un manuscrito suyo alegando que “retrasaría la
psicología 300 años. A Hillman le encantó escuchar éso, pues era exactamente lo
que él quería.”
Hillman se casó en tres ocasiones. Junto a su esposa, le sobrevivieron la señora Mc
Lean-Hillman una artista, cuatro hijos de su primer matrimonio: Julia Hillman de
Woodstock, Connecticut; Carola Hillman de St. Gallen y Susanne Hillman de Zürich
(Suiza); Laurence Hillman de St. Louis; así como dos hermanas Sue Becker, Sybil
Pike y un hermano Joel.
“Algunas personas desesperadas han girado su mirada hacia la brujería, la
magia, el ocultismo, las drogas y la locura, cualquier cosa con tal de reavivar la
imaginación y encontrar un mundo con alma” escribió Hillman en 1976; “ pero
estas reacciones no bastan, lo que se necesita es una revisión, un cambio
fundamental de perspectiva para salir del atolladero desprovisto de alma, al que
llamamos consciencia moderna.”
Libro de Condolencias
Si queréis expresar directamente vuestras condolencias, podéis hacerlo clicando
este enlace que ha facilitado el New York Times:
http://www.legacy.com/guestbook/nytimes/guestbook.aspx?n=jameshillman&
pid=154325976&cid=full
Descanse en Paz.
Juan Carlos Albaladejo
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