jueves, 13 de octubre de 2016

El reencuentro del Alma. Cap I ( Alma mía, contigo ha de continuar mi viaje. Contigo quiero andar y ascender a mi soledad.)

El reencuentro del Alma. Cap I ( Alma mía, contigo ha de continuar mi viaje. Contigo quiero andar y ascender a mi soledad.)
Cuando tuve la visión del diluvio en octubre de 1913, ésta ocurrió en una época que para mí, como hombre, fue significativa. En aquel entonces, a mis cuarenta años, había alcanzado todo lo que alguna vez había deseado. Había alcanzado fama, poder, riqueza, saber y toda la felicidad humana.
Entonces cesó mi anhelo por el acrecentamiento de estos bienes, el deseo
retrocedió en mí, y me sobrevino el horror.La visión del diluvio me atrapó, y sentí el espíritu de la profundidad, pero no lo comprendí. Él, sin embargo, me forzó con insoportable anhelo interior, y yo dije: “Alma mía, ¿dónde estás? ¿Me oyes? Yo te hablo, yo te llamo, ¿estás allí? He regresado, estoy nuevamente aquí, he sacudido de mis pies el polvo de todas las comarcas, y vine hacia ti, estoy contigo, tras largos años de largo andar he
vuelto a ti. He de contarte todo lo que he visto, vivido, bebido en mí. ¿O no quieres escuchar nada de todo aquello lleno de ruido de la vida y del mundo?
Algo, sin embargo, tienes que saber: una cosa he aprendido, y es que hay que
vivir esta vida. Esta vida es el camino, el camino largamente buscado hacia lo
inasible, que nosotros llamamos divino.No hay ningún otro camino. Todos
los demás caminos son senderos errantes. Yo encontré el camino recto, él me
llevó hacia ti, hacia mi alma. Regreso con temple y purificado. ¿Me conoces
todavía? ¡Cuánto se prolongó esta separación! Todo se ha vuelto tan distinto.
¿Y cómo te encontré? ¡Qué maravilloso fue mi viaje! ¿Con qué palabras he de
describirte los entreverados senderos por los cuales una buena estrella me guió
hacia ti? Dame tu mano, mi alma casi olvidada. Cuán cálida la alegría de volverte a ver, a ti, alma largamente negada. La vida me ha llevado nuevamente hacia
ti. Queremos agradecerle a la vida que he vivido, agradecerle todas las horas
alegres y todas las horas tristes, agradecerle la alegría y el dolor. Alma mía, contigo ha de continuar mi viaje. Contigo quiero andar y ascender a mi soledad.

2 comentarios:

  1. Me siento en el sendero correcto...esperame alma mía! Gracias, sat nam.

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  2. MUY BELLO, DULCE Y AMARGO A LA VEZ, LA VIDA MISMA, Y LA COMPRENSION DE NUESTRA ESENCIA.



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