“Jung
se presenta continuamente como un empírico. Y siempre fue esa su
respuesta a quienes le tenían por místico, cuando no visionario. (…)
Las específicas necesidades conceptuales de la psicología analítica, obliga a que los objetos de investigación pertenezcan a las llamadas ciencias del espíritu.
En cuanto al lector, esta circunstancia puede crear confusión en mentes no informadas, dando lugar tanto a malentendidos como a usos de la obra de Jung muy alejados del propósito de su autor. (…)
Jung intenta probar la objetividad de la psique, la realidad del alma, mediante la observación de los fenómenos psicológicos definidos según las hipótesis y categorías conceptuales de la psicología analítica, atendiendo al orden general que puede expresarse en leyes.
Elabora para ello su hipótesis central de un inconsciente colectivo –psique de la especie en cada individuo-, atemporal, aespacial y fuente del sentido objetivo. (…)
Como empírico, Jung intenta ceñirse a los fenómenos y tener muy presentes los presupuestos que determinan a priori nuestra captación del fenómeno. (…)
Octubre de 1953 (…) [escribe Jung a Pauli:] `Para mí significa mucho ver como nuestros puntos de vista se aproximan entre sí (…) No es ningún placer tener que pasar siempre por esotérico’. (…)
[Carta a Abrams -discípulo y colega de Rhine-, 1957] Al inicio de esta carta puede leerse la declaración de principio que siempre iluminó a Jung: `Como científico me guardo de especulaciones filosóficas y ante todo de conclusiones que sobrepasen las fronteras de la experiencia’.”
(Enrique Galán Santamaría, Introducción a: C. G. Jung, La dinámica de lo inconsciente, OC vol. 8)
Las específicas necesidades conceptuales de la psicología analítica, obliga a que los objetos de investigación pertenezcan a las llamadas ciencias del espíritu.
En cuanto al lector, esta circunstancia puede crear confusión en mentes no informadas, dando lugar tanto a malentendidos como a usos de la obra de Jung muy alejados del propósito de su autor. (…)
Jung intenta probar la objetividad de la psique, la realidad del alma, mediante la observación de los fenómenos psicológicos definidos según las hipótesis y categorías conceptuales de la psicología analítica, atendiendo al orden general que puede expresarse en leyes.
Elabora para ello su hipótesis central de un inconsciente colectivo –psique de la especie en cada individuo-, atemporal, aespacial y fuente del sentido objetivo. (…)
Como empírico, Jung intenta ceñirse a los fenómenos y tener muy presentes los presupuestos que determinan a priori nuestra captación del fenómeno. (…)
Octubre de 1953 (…) [escribe Jung a Pauli:] `Para mí significa mucho ver como nuestros puntos de vista se aproximan entre sí (…) No es ningún placer tener que pasar siempre por esotérico’. (…)
[Carta a Abrams -discípulo y colega de Rhine-, 1957] Al inicio de esta carta puede leerse la declaración de principio que siempre iluminó a Jung: `Como científico me guardo de especulaciones filosóficas y ante todo de conclusiones que sobrepasen las fronteras de la experiencia’.”
(Enrique Galán Santamaría, Introducción a: C. G. Jung, La dinámica de lo inconsciente, OC vol. 8)
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