“Winnicott
postuló que el objeto transicional actúa como fundamento del desarrollo
de la tercera área, el área de la ilusión, que no es el ámbito de los
mundos ni exclusivamente externo ni exclusivamente interno. Entonces
esta tercera área es la fuente del juego, la creatividad, lo simbólico, y
por ende, del arte, la religión, los ritos, las ceremonias, la ética,
la estética, etc. (…)
Jung también parece haberse acercado al borde mismo del concepto de Winnicott, incluso muy cerca de nombrarlo, cuando exploró la idea de la realidad psíquica. En Psicología y alquimia (1944), por ejemplo, escribe:
“El lugar o el medio de realización no es ni la mente ni la materia, sino ese ámbito intermedio de sutil realidad que sólo el símbolo puede expresar adecuadamente”(…)
El absolutamente “buen pecho” y el absolutamente “mal pecho” postulados por Melanie Klein también son de naturaleza esencialmente arquetípica. Su definición de “fantasía inconsciente” como “expresión mental del instinto” y su tesis de que “cada impulso instintivo tiene su correspondiente fantasía real son curiosamente similares a la primera definición jungiana de la imagen arquetípica (…)
El logro de la posición depresiva es crucial para el desarrollo del área de la ilusión (…)
Antes de alcanzar la etapa de preocupación y la aparición de la tercera área, los contenidos arquetípicos, como demostrara Jung, pueden ser experimentados sólo a través de de la proyección o la identificación (…)
Michael Fordham, en su provocador ensayo “A possible root of active imagination”, ya en 1977 vinculaba a Jung con Winnicott. Sugirió que la imaginación activa y los fenómenos transicionales coinciden en algunas características (…)
La experiencia de lo arquetípico –si entra a lo que Winnicott ha llamado la tercera área, la de la ilusión, el área “como si” de la psique-, más que distorsionar la realidad, enriquece el mundo interior. Esta tercera área se establece cuando el ego ha alcanzado cierto nivel de confiabilidad, después que el bebé ha pasado por lo que Klein ha denominado “posición depresiva”
“La definición de MELANIE KLEIN de “fantasía inconsciente” como “expresión mental del instinto” y su tesis de que “cada impulso instintivo tiene su correspondiente fantasía real” son curiosamente similares a la primera definición junguiana de la imagen arquetípica”.
“WINNICOTT se aproximó mucho a la idea de los arquetipos cuando sugirió que las imágenes existen antes de una experiencia real”.
“BION usó el término “función alfa” para indicar la existencia y experiencia de “ideas preconcebidas arquetípicas innatas, que, siendo el depósito de ideas, esperan para encarnarse en nuestra experiencia y función sensoriales, cognitivas, afectivas e intuitivas para facilitar la comunicación entre el consciente y el inconsciente, tal como los deintegrados de FORDHAM”.
“KOHUT sugiere que la patología del self puede preceder a, y en verdad causar, la patología de los impulsos y de las estructuras”.
“BALINT, en un ensayo sobre parapsicología, sugiere que los fenómenos PES (percepción extrasensorial) –que Jung presenta bajo el título de sincronicidad- se producen en análisis cuando el paciente está en un estado de transferencia intensa, positiva y dependiente –un estado que sin embargo el analista no aprecia ni comprende del todo (…) Por consiguiente, sostiene él, la interrelación dinámica entre transferencia y contratransferencia es uno de los factores contribuyentes más importantes en la PES”.
“Los arquetipos, según JUNG, al ser de carácter psicosomático y carecer de forma y contenido, son irrepresentables y no perceptuales, pero tienen predisposiciones innatas a percibir, atender y reaccionar a ciertos objetos y hechos.
Esto llevó a Jung, Fordham y otros psicólogos analíticos a reconocer una conexión entre el concepto “arquetipo” y el concepto etológico del “MECANISMO DESENCADENADOR INNATO” (MDI)”.
“1. El self de Jung, el gran self, es un constructo o concepto metapsicológico. Se refiere a la totalidad de la psique e incluye las áreas conscientes e inconscientes de ésta. Se halla detrás de fenómenos tales como aquellos símbolos que transmiten la totalidad y lo eterno, y detrás de todos esos impulsos que buscan fusión y unión. El gran self es el objeto del proceso de individuación.
2. El self primario definido por Michael Fordham se encuentra en el bebé al inicio de la vida. Es una forma primitiva del self, vale decir, una simple totalidad, y apenas exhibe algún tipo de diferenciación. Es la matriz de todas aquellas facultades potenciales del organismo que aguardan los procesos de deintegración y reintegración para hacerse operativas y así actualizarse.
3. El pequeño self está íntimamente relacionado con lo que Jung ha descrito como sistema endopsíquico de la conciencia. Se refiere a la experiencia de uno mismo y a la percatación de nuestra identidad personal. Este self es al que se refieren psicoanalistas como Kohut y Kernberg.”
Jung también parece haberse acercado al borde mismo del concepto de Winnicott, incluso muy cerca de nombrarlo, cuando exploró la idea de la realidad psíquica. En Psicología y alquimia (1944), por ejemplo, escribe:
“El lugar o el medio de realización no es ni la mente ni la materia, sino ese ámbito intermedio de sutil realidad que sólo el símbolo puede expresar adecuadamente”(…)
El absolutamente “buen pecho” y el absolutamente “mal pecho” postulados por Melanie Klein también son de naturaleza esencialmente arquetípica. Su definición de “fantasía inconsciente” como “expresión mental del instinto” y su tesis de que “cada impulso instintivo tiene su correspondiente fantasía real son curiosamente similares a la primera definición jungiana de la imagen arquetípica (…)
El logro de la posición depresiva es crucial para el desarrollo del área de la ilusión (…)
Antes de alcanzar la etapa de preocupación y la aparición de la tercera área, los contenidos arquetípicos, como demostrara Jung, pueden ser experimentados sólo a través de de la proyección o la identificación (…)
Michael Fordham, en su provocador ensayo “A possible root of active imagination”, ya en 1977 vinculaba a Jung con Winnicott. Sugirió que la imaginación activa y los fenómenos transicionales coinciden en algunas características (…)
La experiencia de lo arquetípico –si entra a lo que Winnicott ha llamado la tercera área, la de la ilusión, el área “como si” de la psique-, más que distorsionar la realidad, enriquece el mundo interior. Esta tercera área se establece cuando el ego ha alcanzado cierto nivel de confiabilidad, después que el bebé ha pasado por lo que Klein ha denominado “posición depresiva”
“La definición de MELANIE KLEIN de “fantasía inconsciente” como “expresión mental del instinto” y su tesis de que “cada impulso instintivo tiene su correspondiente fantasía real” son curiosamente similares a la primera definición junguiana de la imagen arquetípica”.
“WINNICOTT se aproximó mucho a la idea de los arquetipos cuando sugirió que las imágenes existen antes de una experiencia real”.
“BION usó el término “función alfa” para indicar la existencia y experiencia de “ideas preconcebidas arquetípicas innatas, que, siendo el depósito de ideas, esperan para encarnarse en nuestra experiencia y función sensoriales, cognitivas, afectivas e intuitivas para facilitar la comunicación entre el consciente y el inconsciente, tal como los deintegrados de FORDHAM”.
“KOHUT sugiere que la patología del self puede preceder a, y en verdad causar, la patología de los impulsos y de las estructuras”.
“BALINT, en un ensayo sobre parapsicología, sugiere que los fenómenos PES (percepción extrasensorial) –que Jung presenta bajo el título de sincronicidad- se producen en análisis cuando el paciente está en un estado de transferencia intensa, positiva y dependiente –un estado que sin embargo el analista no aprecia ni comprende del todo (…) Por consiguiente, sostiene él, la interrelación dinámica entre transferencia y contratransferencia es uno de los factores contribuyentes más importantes en la PES”.
“Los arquetipos, según JUNG, al ser de carácter psicosomático y carecer de forma y contenido, son irrepresentables y no perceptuales, pero tienen predisposiciones innatas a percibir, atender y reaccionar a ciertos objetos y hechos.
Esto llevó a Jung, Fordham y otros psicólogos analíticos a reconocer una conexión entre el concepto “arquetipo” y el concepto etológico del “MECANISMO DESENCADENADOR INNATO” (MDI)”.
“1. El self de Jung, el gran self, es un constructo o concepto metapsicológico. Se refiere a la totalidad de la psique e incluye las áreas conscientes e inconscientes de ésta. Se halla detrás de fenómenos tales como aquellos símbolos que transmiten la totalidad y lo eterno, y detrás de todos esos impulsos que buscan fusión y unión. El gran self es el objeto del proceso de individuación.
2. El self primario definido por Michael Fordham se encuentra en el bebé al inicio de la vida. Es una forma primitiva del self, vale decir, una simple totalidad, y apenas exhibe algún tipo de diferenciación. Es la matriz de todas aquellas facultades potenciales del organismo que aguardan los procesos de deintegración y reintegración para hacerse operativas y así actualizarse.
3. El pequeño self está íntimamente relacionado con lo que Jung ha descrito como sistema endopsíquico de la conciencia. Se refiere a la experiencia de uno mismo y a la percatación de nuestra identidad personal. Este self es al que se refieren psicoanalistas como Kohut y Kernberg.”
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