“El bien conocido y a menudo sorprendente vínculo telepático entre la madre y el niño merece una atención especial.
Una madre a menudo `sabe’ lo que le está sucediendo a su niño/a o su niño/a `sabe’ lo que la madre está sintiendo y pensando.
La relación madre-niño/a representa una situación arquetípica por excelencia. (…)
Después del nacimiento (…) una fuerte relación psíquica continúa en vigor durante mucho más tiempo, la raíz de esta relación se encuentra más en el reino del inconsciente que en la consciencia.
El inconsciente es el fundamento de toda clase de comprensión interpersonal.
En algunas relaciones humanas los vínculos inconscientes son mucho más fuertes porque están basados en un arquetipo.
Tal es el lazo que existe entre la madre y el niño.
Otro ejemplo es la situación que se da entre el analista y el analizado. (…) Aquí para que se produzcan fenómenos de sincronicidad no es necesario un impulso tan fuerte como es preciso en el caso de personas que no están unidas por una situación arquetípica.”
La microfísica y la psicología analítica parecen tener un fondo común sobre el cual Jung escribió: `es tanto físico como psíquico, y por lo tanto ni lo uno ni lo otro, sino más bien una tercera entidad de naturaleza neutral, que a lo sumo puede ser captada a través de indicios, ya que en esencia es transcendente’.” [C. G. Jung, Mysterium coniunctionis]
(Aniela Jaffé, An archetypal approach to death dreams and ghosts)
Una madre a menudo `sabe’ lo que le está sucediendo a su niño/a o su niño/a `sabe’ lo que la madre está sintiendo y pensando.
La relación madre-niño/a representa una situación arquetípica por excelencia. (…)
Después del nacimiento (…) una fuerte relación psíquica continúa en vigor durante mucho más tiempo, la raíz de esta relación se encuentra más en el reino del inconsciente que en la consciencia.
El inconsciente es el fundamento de toda clase de comprensión interpersonal.
En algunas relaciones humanas los vínculos inconscientes son mucho más fuertes porque están basados en un arquetipo.
Tal es el lazo que existe entre la madre y el niño.
Otro ejemplo es la situación que se da entre el analista y el analizado. (…) Aquí para que se produzcan fenómenos de sincronicidad no es necesario un impulso tan fuerte como es preciso en el caso de personas que no están unidas por una situación arquetípica.”
La microfísica y la psicología analítica parecen tener un fondo común sobre el cual Jung escribió: `es tanto físico como psíquico, y por lo tanto ni lo uno ni lo otro, sino más bien una tercera entidad de naturaleza neutral, que a lo sumo puede ser captada a través de indicios, ya que en esencia es transcendente’.” [C. G. Jung, Mysterium coniunctionis]
(Aniela Jaffé, An archetypal approach to death dreams and ghosts)
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