martes, 25 de marzo de 2014

(O. F. Kernberg, Agresividad, narcisismo y autodestrucción en la relación psicoterapéutica)

KERNBERG - LA PERSONALIDAD

“La ORGANIZACIÓN PSICÓTICA de la personalidad se caracteriza por una falta de integración del concepto del sí mismo y de los otros significativos (es decir, difusión de la identidad), por un predominio de operaciones defensivas primitivas que se centran alrededor de la escisión y por la pérdida de la prueba de realidad.

La función básica de las operaciones defensivas de escisión y sus derivados (identificación proyectiva, negación, idealización primitiva, omnipotencia, control omnipotente, devaluación) es conservar una separación entre las relaciones objetales idealizadas y persecutorias internalizadas, a fin de evitar que las relaciones objetales agresivamente infiltradas logren un abrumador control o destrucción de las ideales, para así defender la capacidad de depender de los objetos bondadosos (…)

Todos los pacientes con una organización psicótica de la personalidad representan formas atípicas de psicosis (…)

La ORGANIZACIÓN LÍMITE de la personalidad también se caracteriza por una difusión de la identidad y por un predominio de operaciones defensivas primitivas que se centran alrededor de la escisión, pero se distingue de la organización psicótica de la personalidad por la presencia de una adecuada prueba de realidad, lo que refleja la diferenciación entre las representaciones propias y objetales en el sector idealizado y persecutorio característico de la fase separación-individuación.

De hecho, esta categoría incluye todos los trastornos graves de la personalidad que se observan en la práctica clínica (con frecuencia, el límite, el esquizoide y esquizotípico, el paranoide, el hipomaniaco, el hipocondriaco, el narcisista y el antisocial) (…)

La ORGANIZACIÓN NEURÓTICA de la personalidad se caracteriza por una identidad normal del Yo y por la capacidad relacionada para sostener relaciones objetales a profundidad, la fortaleza del Yo evidenciándose en la tolerancia a la ansiedad, el control de impulsos, funcionamiento sublimatorio, eficiencia y creatividad en el empleo y una capacidad para el amor sexual y para la intimidad emocional, que sólo se ve interrumpida por los sentimientos de culpa inconscientes reflejados en patrones patológicos de interacción específicos que se relacionan con la intimidad sexual.

Este grupo abarca las personalidades histérica, depresivo-masoquista, obsesiva y a muchos de los trastornos de la personalidad denotados como por evitación (en otras palabras, los `caracteres fóbicos’ que se describen en la literatura psicoanalítica) (…)

Mientras que un aspecto importante de la motivación en los trastornos graves de la personalidad –organización límite de la personalidad- es el desarrollo de una agresión desmesurada y la concomitante psicopatología de las expresiones agresivas del afecto, la patología dominante en los trastornos menos graves de la personalidad, a los cuales he tipificado como organización neurótica de la personalidad, es aquella de la libido o sexualidad.”

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“Es más que posible que las diferencias descriptivas entre los trastornos esquizoide y límite de la personalidad reflejen una importante dimensión temperamental –a saber, aquella que se refiere a la extroversión e introversión- que emerge bajo diferentes nombres en diversos modelos de clasificación.”

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